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VÍA VERDE DE CASTRO – TRASLAVIÑA:

Entre prados y bosques, por la antigua vía de ferrocarril que unía Castro con Vizcaya.

 

DESDE EL VIADUCTO DE BRAZOMAR: entre Castro y Mioño por el túnel.

 

A la vía de Traslaviña se puede acceder desde Castro, Mioño, Lusa, Santullán, Los Corrales y Otañes. Iniciaremos nuestro itinerario (km. 0) desde la rotonda de Brazomar, donde la antigua vía empieza a ser verde. Llegamos a la rotonda en la que distinguimos la fábrica de anchoas Lolín, y que distribuye los accesos al casco urbano, a la N -634 y a Sámano (CA 520), a Santullán (CA-250), a Otañes (CA-250), y a la autovía A-8. Si venimos desde la Calle Leonardo Rucabado, de frente, observamos los restos del pretil del que fue Viaducto de Brazomar (ficha nº 7).

 

Vista de la subida al pretil desde la rotonda. El apeadero de brazomar actualmente.

 


Accedemos a la parte superior del pretil por un camino con escaleras a la zona superior y recuperamos el antiguo trazado de la vía de Traslaviña. Observamos el anden del antiguo apeadero de Brazomar (ficha nº 8) zona restaurada por el Taller de Empleo de Rutas Verdes en el año 2008 (programa del Servicio Cántabro de Empleo en colaboración con el Ayuntamiento de Castro Urdiales). Desde el apeadero entramos en una zona atrincherada y una vez atravesada, el firme de la vía verde se convierte durante unos 200 m. en la red viaria que da acceso a una urbanización de chalets.

 

Tramo urbanizado, tras dejar el apeadero, que continúa por una zona frondosa hasta el túnel de Mioño.

 

Continuamos en línea recta por una zona de densa vegetación que nos acerca al bosquecillo de Valverde y al túnel del mismo nombre de casi 400 m. (yacimiento nº 9) cuya rehabilitación se prevé realizar en el año 2010 para poder atravesarlo en condiciones de seguridad. Tras pasar el Túnel de Valverde, llegamos a Mioño, dejando un restaurante a la derecha y un invernadero a la izquierda. Un campo de fútbol construido sobre las instalaciones ferroviarias estrecha la vía verde a la llegada de a la Estación de Mioño (yacimiento nº 10).

 

Boca sur del túnel de Valverde. Estación de Mioño.

 

A partir de la Estación de Mioño, el trazado continúa recto, unos 600 m. hasta Lusa, atravesamos una zona de llosa, con prados y huertas divisando al fondo el monte de Dícido y la peña de Santullán transformada por la cantera. Entre los pueblos de Lusa y Santullán pasa la autovía Bilbao-Castro Urdiales que interrumpe unos 200 m. del trazado original del camino de la vía, para retornarlo al norte de Santullán.

 

Tramo de la vía por Lusa. Desvío opcional en esta intersección de Lusa que desciende hasta el río Cabrera.

 

Trazado de la vía a su paso por Mioño y Lusa.

 

Para retomar la vía verde podemos coger la CA-250 en dirección a Santullán y antes de llegar al núcleo urbano girar a la izquierda y bajar por un acceso de fuerte pendiente al cementerio de Santullán. También podemos llegar por Lusa, atravesando el pueblo en dirección al río Cabrera, cruzándole por un puentecillo, tomamos la pista ascendente hasta el paso por debajo de la autovía subiendo por un camino par luego bajar atravesando un establo; nos estamos aproximando por la margen izquierda del río hasta un puentecillo que nos llevara al antiguo trazado de la vía, hoy asfaltada para dar acceso a los chalés recientemente construidos en la zona. Desde aquí, continuaremos en línea recta por un vial asfaltado hasta el Puente de San Juán (ficha nº 11). Desde aquí la vía se nos presenta sin interrupciones hasta su final.

 

Puente de San Juán; conexión de la vía entre Lusa y Santullán.

 

POR LAS PRADERAS DEL RÍO CABRERA.


Dejamos atrás el puente de San Juan y entramos a un tramo habilitado como vía verde (cuya obra se espera finalizar en el 2011), con una parte asfaltada para bicis, y otra compactada en áridos para peatones. La plataforma del ferrocarril, convertida en vía verde se adentra atravesando trincheras, taludes sobre el monte, y suaves laderas en las que domina el verde de los prados. Divisamos al oeste la cadena de montañas que desde la Peña de Santullán, con su cantera, el Alto de la Cruz de Santullán, y la Cruz de Otañes, acaparan nuestra atención por sus abruptos rasgos.

En el Km. 3,1 poco después de dejar a un lado las ruinas de la casa ferroviaria de la capataza ficha nº 12, la vía verde cruza, de manera transversal y a nivel, la carretera que sube al barrio de Los Corrales. Esta carretera nos brinda la oportunidad de enlazar con la antigua vía del ferrocarril minero de Castro-Alén, cuya plataforma se atisba esculpida en las paredes rocosas de la ladera contraria, al pie del Pico de la Cruz.

 

La vía ,por Los Corrales, con dos yacimientos: el apeadero y la casa de la Capataza.

 

Proseguimos sobre la traza del antiguo ferrocarril Castro-Traslaviña, apuramos los últimos retazos de pradera que se alargan hacia la Casa Torre de Otañes, que observamos a nuestra derecha desde el apeadero de los Corrales ( ficha nº 13)· en medio de una finca en la que sobresalen cuatro hermosos cipreses. Continuamos hasta la estación de Otañes ( Km. 4) yacimiento nº 14. La estación se esta rehabilitando por el Taller de Empleo de Rutas Verdes para acondicionarla como establecimiento de turismo rural. En su entorno se encuentra un área de descanso y desde el andén se divisa el pueblo de Otañes. Al que podemos acceder desde una carretera local; desde aquí también podemos ascender por pista forestal a la zona minera de Setares y conectar con la antigua vía minera.

 

Paso atrincherado de la vía. La estación de Otañes.

 

A partir de la estación el paisaje se hace más abrupto. La suave ladera izquierda se convierte en la cara occidental del monte La Helguera, que se atraviesa por rocosos taludes ganados a la montaña mediante elevados aterrazamientos desde los que se divisa el valle y pueblo de Otañes. Es un bello tramo en el que prevalece la vegetación autóctona salpicada de eucaliptus. Sobre la ladera nos llama la atención un enorme muro de mampostería, restos de lo que fue el depósito de mineral de las minas de La Carmelita (yacimiento nº 21).

 

Ruta de La Carmelita, en naranja, y vía de Traslaviña, en amarillo.


Depósitos de La Carmelita. Vista de la vía bajo el puente de la carretera Otañes-Baltezana.

 

A partir del paso superior del Km. 5 (carretera entre Otañes y Baltezana) dejamos atrás cualquier traza urbana y a medida de que el valle se estrecha nos adentramos por un paisaje en el que dominan las plantaciones de eucaliptos, a veces salpicadas por ejemplares de vegetación autóctona y en el que se atraviesa por húmedas trincheras forradas de musgo, helechos y enredaderas.

Pronto alcanzamos uno de los hitos de esta jornada, el imponente viaducto de los Vados (Km. 7,1; Yacimiento nº 16). Tres arcos sustentan a esta mole convertida en un mirador de excepción, sobre el río Cabrera y por encima de la CA-250. Tras las sensaciones que sobre el vacío pudiera provocar el viaducto, el trazado del ferrocarril acomete una ascensión de recrecida pendiente jalonada de pequeñas trincheras y balcones. La vegetación dominante es la del cultivo intensivo de eucaliptos, que se extienden por laderas de notable pendiente, salpicadas a veces por manchas de vegetación caduca en las que se aprecian castaños, avellanos, robles y rubíneas. Finalmente y tras una recta, aparentemente larga, la ruta gira hacia el sur y se sumerge en una profunda trinchera excavada en una roca y forrada de musgo y de abundante vegetación que hace más húmedo y fresco la parte final del trazado, en las inmediaciones del túnel de Herreros, al pie de las ruinas del poblado minero, y en la que se distinguen los contrafuertes que sostenían el depósito y canalización del agua que desviaba el arroyo de Herreros cuando el tren estaba en funcionamiento.

 

Viaducto de los Vados.

 

En este último tramo, la ruta avanza contigua al arroyo de Herreros. Esta zona ha sido acondicionada recientemente por el Taller de Empleo de Rutas Verdes; siendo poco accesible para bicicletas, la atravesaremos andando por la trinchera que nos conduce hasta la entrada, por Cantabria, del túnel de Herreros.

 

Tareas de desbroce en la entrada al túnel por el Taller de Empleo Rutas Verdes. Interior del túnel de Herreros.

 

LA VÍA DE TRASLAVIÑA POR EL CASCO URBANO.

 

La calle de Leonardo Rucabado, una de las vías principales del casco urbano de Castro esta construida sobre la traza de la vía de ferrocarril de Castro a Traslaviña. En el punto intermedio, en la plaza Felix Rodríguez de la Fuente (frente al colegio público Arturo Dúo) se ubicaba la antigua estación de Castro Urdiales; desde aquí (Km.0), salía un ramal en dirección noroeste a la ensenada de Urdiales pasando por el túnel del Vizconde (ficha nº 5 ) hacia una zona urbanizada. Atravesamos la N-634 y enlazamos con el paseo de Ostende, buscando el polideportivo y dejando a la derecha la playa. Una vez dejamos atrás el Polideportivo se adivinan vestigios del antiguo ferrocarril: zona de almacenamiento de mineral, trincheras de la vía construidas en mampostería, y las construcciones más singulares, los puentes y pretiles por los que se accedía a los antiguos cargaderos de mineral de Urdiales (fichas nº 2 y nº3) sobre la piscina de Urdiales, lugar al que se acercan pescadores y bañistas.

 

Ensenada de Urdiales con el cargadero exterior. Zonas de almacenamiento de mineral en la playa de Ostende.

 

La vía a su paso por la calle que lleva su propio nombre. Boca norte del túnel del Vizconde.

 

Si desde el colegio tomamos la dirección este de la calle Leonardo Rucabado, observaremos a nuestra derecha, las murallas del Castillo de Ocharan con el jardín botánico; el edificio neomudéjar en su interior; y a la izquierda, el Palacio de Ocharan. El conjunto está declarado Bien de Interés Cultural y constituye lo que fue la residencia de Luís Ocharan uno de los magnates de las minas de hierro de la cuenca minera vizcaína.

 

La vía de traslaviña con el palacio de Ocharan a la izquierda y el túnel al fondo.

 

A continuación un semáforo y el túnel de lo que fue la vía de Traslaviña. Paralelo a este túnel se halla otro perteneciente al antiguo ferrocarril de Castro-Alén. Sobre esta zona existe un proyecto del Ayuntamiento para recuperar los túneles y dignificar la escena urbana de esta parte de la ciudad. Una vez atravesado el túnel descendemos hacia la estación de autobuses, y poco después retomamos la vía verde de Traslaviña en la rotonda de Brazomar.

 

Trazado de la vía por el casco urbano de Castro.